El legislador por la Región de Los Lagos, Harry Jürgensen, explicó que para él “toda persona es digna y valiosa, y no consiente la mentalidad que él denomina de la destrucción de la vida humana: Leyes como las de la eutanasia facilitan y promueven la muerte; el acto de quitarle la vida a otro se denomina homicidio”.
En este sentido, afirmó que está a favor de que “al menos” se excluyan a los menores de edad de la iniciativa que se discutió (este lunes) en la comisión de Salud de la Cámara de Diputadas y Diputados.
La iniciativa legal -que fue aprobada primero en la Cámara Baja por 79 votos a favor y 54 en contra en diciembre del año pasado y que este lunes se analizó en la comisión de Salud de esa instancia parlamentaria-, permite a la persona solicitar una muerte médicamente asistida o eutanasia sobre la base de un diagnóstico de una enfermedad terminal o una dolencia incurable.
Además, el proyecto incluye casos en que la situación médica origine una disminución avanzada e irreversible de las capacidades de la persona, generando sufrimientos físicos persistentes o intolerables; sin embargo la ley sólo será aplicable a las personas mayores de 18 años.
En este sentido, el legislador oficialista por el distrito 25 manifestó su conformidad con que la iniciativa haya eliminado a los menores de edad de esta alternativa, sin embargo, dijo que la ley en sí es totalmente contraria a la naturaleza del ser humano.
“Hay quien justifica la eutanasia con argumentos que les hagan sentir piadosos utilizando términos como *ayudar a morir*, justificándose en el sufrimiento del ser querido, o en las pérdidas económicas de los gastos hospitalarios y esto es justamente lo que no es digno”, manifestó.
El parlamentario hizo suyas las palabras de Cicely Saunders, la enfermera y filósofa inglesa fundadora de los cuidados paliativos a los que dedicó su vida, y dijo que: “La existencia de una opción legal para proporcionar un atajo hacia la muerte, implica concederle, ya poco valor a la persona que se está muriendo y al proceso que dicha persona está realizando”.
Para el diputado Jürgensen, en la mentalidad eutanásica la vida es instrumental, es funcional al placer, al poder, a la producción, y a su juicio se olvida de dos principios claves de la medicina paliativa que debieran ser el centro de las políticas públicas en esta materia; “En primer lugar los seres humanos somos guardianes de la dignidad de otros seres humanos y en segundo lugar el enfermo es el débil que necesita ser acogido, aceptado y protegido”.
Para concluir, el parlamentario oficialista reiteró que a su juicio: “Los esfuerzos deben estar dirigidos a eliminar el sufrimiento humano no al ser humano que sufre y ésta debiera ser nuestra única pretensión como legisladores”.